martes, 24 de junio de 2008

La propuesta política de Jesús


En cuanto a las relaciones de poder, la propuesta de Jesús es muy distinta de aquella sostenida y ejercida tanto par el emperador como por sus representantes en Palestina.

Jesús trabaja en equipo (Mc 1,16-20). Promueve un poder participativo, compartido, de manera que cada persona desarrolle su condición de ciudadano y ciudadana. Es un poder ejercido en comunidad (Mt 18,15-20) y supone organización, de la misma forma que hizo Moisés en la época de la formación de Israel. Comparemos Ex 18,21 con Mc 6,39-40.

A quien se acerca a su grupo, Jesús propone un poder que se hace servicio, capaz de entregar hasta la propia vida par el pueblo (Mc 8,34-38; 10,43-45).

No quiere un poder que destaque a algunos, como anhelaban Santiago y Juan (Mc 10,36-41). Tampoco un poder que cree privilegios para unos en detrimento de otros, tal como Pedro desea en la escena del lavatorio de los pies (Jn 13,1-17).

Y para quien quiere ser mas poderoso, Jesús muestra a un niño, símbolo de todos los pequeños, como modelo de poder, un poder sin ambiciones, transparente y autentico (Mc 9,33-38). Además, Jesús presenta a esclavos y mujeres como paradigmas de poder. En una sociedad esclavista y patriarcal, el servicio de lavar los pies a los señores o a los maridos, correspondía a los esclavos y a las mujeres (In 13,1-17). Como veremos, Jesús tiene una propuesta nueva.

Es preciso recordar también el proyecto del "Reino de Dios" anunciado por Jesús de Nazaret (Mc 1,15; Mt 4,17). En los evangelios de Marcos y Mateo, el anuncio del Reino es su primera predicación en público. Por eso asume un significado particular. Las primeras comunidades cristianas dieron una gran importancia a esta propuesta de Jesús. EI vino a inaugurar el poder del verdadero y único rey, hacienda memoria de la época de las tribus en el antiguo Israel, en el cual ningún rey humano podía dominar (Jc 8,22-23). Solamente YHWH es el legítimo rey del mundo, gobernándolo con justicia y juzgando a las naciones con equidad (Sal 9,9; 96,13). Coherente con esta propuesta, Jesús inaugura nuevas relaciones entre las personas. La elección de los 12 entre los apóstoles, evoca a las 12 tribus de la sociedad igualitaria.

EI pasaje conocido como la entrada triunfal en Jerusalén (Mc 11,1-11), nos enseña que el Mesías liberador no viene montado en caballo. En aquel momento, el caballo era el símbolo del ejército poderoso de Roma. Los ramos, en vez de espadas, señalan un poder fundado en la paz. Tampoco viene sentado sobre una mula, acción propia de los reyes (1 R 1,33.38); viene montado en un burro, como hacían los pobres (Za 9,9-10). Su poder no tiene como base la fuerza militar, ni el poder de los reinos de este mundo. Es el poder popular, el poder-servicio, el poder de los pobres.

Finalmente, al recordar la parábola del Buen Pastor, se esta hacienda una crítica a los malos pastores, como eran llamados los gobernantes. La comunidad de Juan presenta a Jesús como el verdadero pastor que gobierna con justicia, de manera que todos tengan vida digna. Comparemos Ez 34 con Jn 10,1-18 y después recemos el Sal 23.

"DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO"

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viernes, 20 de junio de 2008

La propuesta económica de Jesús


Frente a un sistema que acumulaba tesoros sobre tesoros (Mt 6,19-21; Lc 12,13-32), Jesús tiene otra propuesta para distribuir los bienes. El criterio es la necesidad cotidiana de cada persona (Mt 6,11; 20,1-16).

Su proyecto es el don del compartir. Lo podemos percibir en su manera de compartir el pan y los peces. Los cuatro evangelios relatan la preocupación de Jesús con el tema del hambre de su pueblo y la distribución de la comida (Mt 14,13-21; Mc 6,30-44; Lc 9,10-17; Jn 6,1-13). Tan central parece ser este gesto en las acciones de Jesús, que dos de los cuatro evangelios narran una segunda multiplicación de los panes (Mt 15,32-39; Mc 8,1-10). Es, según los evangelios, la señal más importante realizada por Jesús.

En la primera, queda claro que no es el dinero lo que resolverá la cuestión. Esta es la solución presentada por los discípulos (Mc 6,36-37). Para Jesús, en cambio, la cuestión pasa por la organización y el compartir. Ellos tenían cinco panes y dos peces. Ya sabemos que los números en la Biblia son simbólicos. La cantidad de canastos que se reparten (siete), es el numero de la perfección, de la totalidad. El problema, por lo tanto, no era la falta de comida, sino su justa distribución ¿Como se llega al gesto de compartir lo que se tiene? Primero, organizándose (Mc 6,40). Como fruto de la organización, se realiza el compartir. ¿Cuantos canastos de comida sobraron? Doce. Numero que simboliza a las doce tribus de don de desciende todo el pueblo de Israel. Esto indica que el proyecto de Dios es que nunca falte el pan en las mesas del pueblo de Israel.

En la segunda multiplicación muchos elementos se repiten. Encontramos también algunas diferencias; por ejemplo, en vez de doce, sobran siete canastos (Mc 8,8). Consideremos que, en la simbología numérica, el siete vale más que el doce. Abarca a todos los pueblos y no solamente Israel. También el numero de las personas que comieron (Mc 8,9) sugiere universalismo. EI sueño de Jesús es que, también en las mesas de los demás pueblos, jamás falte el pan. Como podemos ver, el milagro no es magia, sino compartir, fruto de la organización.

La lucha contra el hambre es tan central en su proyecto, que Jesús incluye la cuestión del pan en la oración que nos enseño. En ella, resume su Evangelio (Mt 6,11; Lc 11,3). En este sentido, no es simple coincidencia que, en la última noche, la cena pascual quedase como señal de su presencia entre nosotros para siempre. Cena que celebra la libertad, la unión del pueblo, y su comunión con Dios. Cena donde se comparte el pan y el vino. En ese pan y vino repartidos, Jesús se hace presente como Emmanuel, Dios con nosotros. Participar de esta cena es comprometerse con Jesús y su proyecto.

Frente a la riqueza que excluye, Jesús propone comunión y solidaridad con los más pobres. Propone el gesto concreto de misericordia (Lc 12,33; Mt 6,1-4), generosidad en los préstamos (Lc 6,35), ayuda a quien pasa hambre, o sed, o esta sin techo, a quien no tiene con que vestirse (Mt 25,31-36). También propone invitar a comer (Lc 14,12-14), y compartir los bienes (Mt 19,16-22; Lc 19,1-10).

En lugar del enriquecimiento individual, propone bienestar colectivo (Jn10,10). Y en lugar del consumismo y el desperdicio, sugiere una vida moderada (Mc 6,43; 8,8).

En cuanto a las relaciones de trabajo, Jesús tiene una propuesta donde no cabe la esclavitud. En su proyecto, no hay esclavos sino amigos (In 15,14-15), pues todas las personas son libres como hijos e hijas del mismo Padre (Jn 8,33-36; Ga 5,1.13).

jueves, 19 de junio de 2008

Bajate el documento de trabajo:

SÍNODO DE LOS OBISPOS -XII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA

LA PALABRA DE DIOS
EN LA VIDA Y EN LA MISIÓN
DE
LA IGLESIA

INSTRUMENTUM LABORIS


http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20080511_instrlabor-xii-assembly_sp.html



miércoles, 11 de junio de 2008

Sentarnos a la misma mesa


El Evangelio del domingo pasado (Mt.9,9-13) nos presentó a Jesús sentado a la mesa con cobradores de impuestos y gente de mala reputación. El ejemplo de Jesús debe conmovernos y ayudarnos a descubrir cual es el camino para destrabar el conflicto entre el gobierno y el campo, y cualquier otro conflicto: sentarse a la misma mesa para dialogar, para caminar juntos, para lograr la reconciliación.


Jesús se anima a sentarse en la mesa


Comer con pecadores, recaudadores de impuestos, personas marginadas es una de las características principales de la vida y de la misión de Jesús. Los evangelios nos narran los detalles: Mt.9,9-13 / Lc.5,27-39 / Lc.19, 1-10.

Jesús también se sentó a la mesa de los fariseos, con quienes tenía duros enfrentamientos. En la casa de Simón, el fariseo (Lc, 7-36-50) Jesús le muestra el camino del perdón. En la casa de otro fariseo (Lc. 11,37-54) enseña el valor de compartir con los pobres por encima de los ritos religiosos.

En casa de otro fariseo Jesús sana a un hombre mostrando que la dignidad humana esta por encima de cualquier norma y costumbre. En esa misma reunión Jesús enseñó que en el Reino de Dios se sentaran a la mesa los más pobres, lo que más sufren, los más abandonados (Lc.14,1-24)

Por sentarse a la mesa con esta gente a Jesús lo tratan de borracho, glotón, amigo de pecadores (Lc.15,1-2 / Lc.7,34). A Jesús no le importa les que dirán, es una persona madura. Solo le interesa buscar la comunión, el dialogo, la verdad, la reconciliación, la justicia social… que se transformen en mejores personas, que entren en la lógica del Reino de Dios.


La Iglesia comunidad de pecadores que comparten la mesa con Jesús


Jesús quiso que su vida y su muerte se resumieran en una mesa compartida, por eso celebró la ultima cena con sus discípulos (Lc.22,14-38)

Participar cada domingo en la Misa es para los católicos el signo de identidad y de comunión con Jesús más importante que podemos vivir. Y la Misa es la reunión de los cristianos pecadores que comparten la mesa con Jesús. Cada domingo recordamos que somos pecadores recibidos por Jesús en su mesa para experimentar el amor de Dios y vivir como hermanos.

Sentados en la misma mesa de la Eucaristía tratamos de dialogar con Dios y entre nosotros, de vivir la reconciliación y la solidaridad.

Como cristianos no podemos rehusar el desafío de sentarnos a la misma mesa para resolver nuestros conflictos familiares, sociales, políticos, económicos y religiosos.


Sentarse a la mesa para dialogar y compartir.


En esta etapa de la historia urge que nos sentemos a la misma mesa los distintos sectores que conforman nuestra Nación. Todos debemos estar invitados y sentirnos responsables de participar.

Con nuestras diferencias, con nuestras virtudes y defectos, debemos vencer la peligrosa tentación de creer que alguno debe ser excluido de la mesa. Todos debemos encontrarnos sentados en la mesa del diálogo respetuoso y sincero, de la búsqueda de la justicia social y del compromiso por construir un proyecto de país donde nadie sufra la terrible marginación causada por la injusta distribución de la riqueza, o marginación causada por la soberbia que excluye a causa de las ideas políticas o religiosas.

Los argentinos necesitamos sentarnos a la misma mesa para proyectar nuestros sueños de patria grande. Nunca tan actual el consejo del Martín Fierro:

“Los hermamos sean unidos

esta es la ley primera

tengan unión verdadera

en cualquier tiempo que sea,

porque si los hermanos se pelean

los devoran los de ajuera”

viernes, 6 de junio de 2008

29 de Junio 2008 - 2009 : Año Paulino

"PABLO, TESTIGO Y APÓSTOL EN LOS CAMBIOS DE ÉPOCA"

Querida gente:
Reitero esta información sobre las charlas con las cuales inauguraremos el año paulino 2008-2009. Sé que disfrutarán cualquiera de las tres noches que puedan asistir. Les agradeceré que hagan circular esta información.
¡Nos vemos allí!
María Gloria Ladislao


"PABLO, TESTIGO Y APÓSTOL EN LOS CAMBIOS DE ÉPOCA"

Lunes 9 de junio: Las raíces espirituales de los orígenes
Pbro. Lic. Hugo Safa

Martes 10 de junio: Conflictos y nuevos paradigmas.
Lutero y la reforma.

Dr. Daniel Beros (Iglesia Evangélica del Río de la Plata)

Miércoles 11 de junio: El nuevo lugar de la mujer
Prof. María Gloria Ladislao

Las conferencias se realizarán a las 19 hrs.
Auditorio Colegio Champagnat, Marcelo T. de Alvear 1632, Cap.Fed.
Entrada libre y gratuita sujeta a capacidad de la sala.


Informes:
SOBICAIN -Sociedad Bíblica Católica Internacional-
Riobamba 230, Cap.Fed. Tel: 5555-2447/8
cursosbiblicos@san-pablo.com.ar www.san-pablo.com.ar/sobicain
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