La propuesta religiosa de Jesús
Como todo judío piadoso, Jesús tenía la costumbre de asistir al Templo, por lo menos algunas veces, en ocasión de las fiestas de peregrinación (Lc 2,41). Lc 2,41-50 relata una de las subidas de Jesús con su familia a Jerusalén, cuando tenía 12 años. Mateo, Marcos y Lucas también narran la subida al Templo en su última Pascua (Mt 20,17-18; Mc 10,32-33; Lc 9,51-53). En Juan, hay referencias a cuatro subidas de Jesús al Templo (Jn 2,13-22; 5,1; 10,22; 12,1.12-13).
Pero Jesús nunca dará al Templo la misma importancia que el judaísmo oficial. Prefirió la casa en lugar del Templo. En lugar del altar, eligió la mesa; en vez del sacerdocio, optó por la familia y la comunidad.
Jesús tomo una clara posición ante el significado que el Templo tenia en la vida del pueblo. No permanece neutro. Será su actitud profética ante este centro religioso, político y económico, la principal razón por la que el Sanedrín decide su muerte.
Jesús percibió que el Templo había sido transformado en idolatría. La mayoría de las elites ya no practicaba el verdadero culto al Dios de la vida. Sin embargo; lo que regulaba todo el funcionamiento del Templo eran sus intereses económicos. EI culto del Templo giraba en torno al comercio. Por eso Jesús dice: "Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amara a otro, o bien se interesara por el primero y despreciara al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero." (Lc 16,13; Mt 6,24). Servir al Dinero y a Dios es incompatible. Uno genera egoísmo, acumulación y muerte. EI otro es la fuente del amor, del compartir y de la vida. Jesús denuncia la peor de las formas de idolatría, que es colocar al Dios de la vida al servicio de la opresión económica y política. Jesús tenia claro que “la avaricia es la raíz de todos los males" (1Tm 6,10).
Por eso, denuncia al Templo como institución que no produce frutos de vida para su pueblo, igual que la higuera estéril (Mc 11,12-14).
Desenmascara ese sistema, proponiendo eliminar la idolatría del templo. Solo entonces sería posible el verdadero culto a Dios en el santuario. Podemos leer la embestida de Jesús contra el comercio del Templo en Mc 11,15-19; Mt 21,12-17; Lc 19,45-48 y Jn 2,13-22.
Según Mateo, Marcos y Lucas, este gesto profético de Jesús había sucedido en su última subida a Jerusalén. En cambio, Juan parece acercarse mas a los hechos históricos al colocar este incidente del Templo en el inicio de la vida publica de Jesús. EI incidente puede haber sucedido aproximadamente un año antes de su prisión. Esta actitud puede haberlo hecho mas conocido y haber provocado preocupaciones en las autoridades.
Habría sido un acto fuertemente reflexionado por el movimiento de Jesús. Seria arriesgado tomar tal actitud en un Templo con semejante seguridad. EI hecho que nadie arrestara a Jesús en aquel momento es señal de que había más gente involucrada. Según Marcos, en el día anterior al acontecimiento, Jesús estuvo en el Templo: "Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo, y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce para Betania" (Mc 11,11).
Seguramente después de episodios como este, Jesús habría tenido que vivir en la clandestinidad. Las autoridades estaban decididas a eliminarlo. Llego, inclusive, a salir de Galilea, yendo hacia
Jesús no espera un Templo totalmente purificado de la idolatría para vivenciar verdadera religión. Sin perder tiempo, comienza a actuar: relativiza el santuario y todo lo que en el se realizaba. Veamos, par ejemplo, la postura de Jesús en relación con los sacrificios. En Mc 12,28-34 (Mt 22,34-40; Lc 10,25-28), podemos ver como Jesús destaca el mandamiento del amor por encima de los sacrificios (v. 32-33), siguiendo la línea de los grandes profetas (1 S 15,22; Os 6,6; Am 5,21-24). En Mt 9,13 y 12,7, el texto de Oseas aparece en boca de Jesús.
Es preciso tener presente que, en la perspectiva de la teología de la retribución, muchos de los sacrificios ofrecidos perseguían el perdón de Dios. A través de los ritos, los sacerdotes aparecen como intermediarios de la divinidad, imposibilitando una relación directa. Es así que solo se conseguía el perdón, comprando el animal para el sacrificio en Jerusalén; a esto debemos sumarle, los gastos ocasionados par el viaje y la manutención. Una vez más, como en el tiempo del profeta Oseas (Os 4,8), los sacerdotes del Templo transformaron la reconciliación con Dios en fuente de exploración económica.
Jesús, a diferencia de los sacerdotes, no concuerda con la doctrina de la retribución (Jn 9,1-3; Lc 13,1-5). Ofrece gratuitamente el perdón a los pobres y marginados, desde la periferia, lejos del Templo y sin la intervención de los sacerdotes, intermediarios oficiales (Mc 2,1-12.15-17; Lc 7,47-50). En el perdón manifestaba a un Dios que recibía sin prejuicios. Liberaba las conciencias del peso de la culpa impuesta par el sistema del Templo. Como veremos, otra forma de liberación fueron las curaciones. Jesús insiste también en la importancia del perdón fraterno, como camino para recibir el perdón de Dios (Mc 11,25; Lc 6,27-38; 11,4; 15,4-10; 17,4). Inaugura una nueva relación entre las criaturas y su creador. En este sentido, se vacían de contenido los sacrificios Y el mismo Templo.
Así como Job se rebelo contra la teología oficial del Templo defendida por Esdras y Nehemias, Jesús procura (Mc 15,38) rescatar la religión de la gratuidad; que revela la compasión de Dios, colocando la vida par encima de cualquier otra institución o ley. Esta denuncia va hasta las raíces del sistema. No se queda en la superficie.
Jesús no da mucha importancia al pago de los impuestos del Templo (Mt 17,24-27). Critica a quienes se desentienden de sus mayores con el pretexto de hacer ofrendas al Templo (Mc 7,9-13; Mt 15,3-6).
Finalmente, recordemos el anuncio profético de la destrucción del Templo, alineándose así a antiguos profetas (Mc 13,2; 14,58; 15,29).
Con estos aspectos de su práctica, Jesús libera la imagen de un Dios aprisionado en el Templo por la religión oficial, rompiendo de arriba abaja el velo que impedía el acceso directo a Dios (Mc 15,38; Mt 27,51). Desenmascara a la institución más poderosa en Jerusalén, el Templo. Deja al descubierto todo el sistema que estaba estructurado a su alrededor: el Sanedrín y el ejercicio de la justicia; la religión con sus sacerdotes y ritos; el comercio. Jesús propone transformar la religión en gratuidad eliminando la idolatría del dinero. En esta perspectiva, el Templo pasa a ser una casa de oración para todos los pueblos y deja de ser un centro de explotación económica e ideológica. Se establece una nueva relación con lo sagrado. Todas las criaturas son hijas e hijos de Dios. Como hijos e hijas, pueden establecer un nuevo vinculo con su creador y llamarlo "papa querida" (Abba, Mc 14,36), como Jesús lo hacia.
Para las comunidades de Mateo y de Juan, Jesús es el nuevo Templo de Dios en media de ellos y ellas (Mt 26,61; Jn 2,19-22). Es más, la comunidad reunida es Templo de Dios (Mt 18,20) Y Jesús esta presente en las personas mas necesitadas (Mt 25,31-46).
¿Que papel cumplen nuestras iglesias en los días de hoy? ¿Hasta que punto se inclinan ante la tentación de la idolatría? ¿En que medida promueven el verdadero culto a
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